Bibliografía

Juicio a la memoria. Testigos presenciales y falsos culpables 

By 11 julio, 2018 No Comments

«El testigo que señala con el dedo a un acusado inocente no es un mentiroso: cree de verdad en lo que declara. El rostro que ve ante sí es el del agresor. Eso es lo aterrador: la idea ciertamente espeluznante de que nuestros recuerdos pueden cambiar y alterarse sin remedio y que lo que nos parece saber, lo que creemos de todo corazón, no es necesariamente cierto» (Elizabeth Loftus).

El libro Juicio a la memoria. Testigos presenciales y falsos culpables está dedicado a las personas que han sido acusadas o condenadas por culpa de testimonios erróneos, Loftus nos demuestra en su libro cómo la memoria a largo plazo puede ser manipulada mediante la sugestión. Afirma que los recuerdos, aún más aquellos marcados por el miedo y el estrés, cambian y evolucionan con el tiempo. Analiza ocho casos judiciales revelando el funcionamiento de fascinantes procesos en el ámbito de la memoria y el mecanismo de identificación, incriminación y condena que rige el sistema judicial y policial.

«No he tenido más noticias de muchas de las personas sobre las que he escrito en Juicio a la memoria. No sé nada más de «Toni Herrérez», acusado de abusar de una niña pequeña en un campamento de día. Aunque no fue condenado, sufrió mucho, como tantos otros que se han visto acusados en falso cuando «hablan los menores». Tampoco he sabido nada más de Steve Titus, quien, después de haber sido condenado por violación y posteriormente puesto en libertad, murió a los treinta y cinco años de un ataque cardiaco producido por el estrés. Han  sucedido muchas cosas desde que Titus pagó el precio máximo por la inmerecida condena».

Elizabeth Loftus se licenció en matemáticas y en psicología con honores en la Universidad de California en 1966, y se doctoró en 1970 en la Universidad de Stanford. Su trabajo se enfocó en la organización de la información semántica en la memoria a largo plazo, pero decidió que quería que sus investigaciones tuviesen relevancia social. Por ello, empezó a enfocarse en el estudio empírico del testimonio ofrecido por testigos a través del paradigma de la información engañosa. Su interés era investigar si se puede modificar el recuerdo de un testigo al proporcionarle información engañosa momentos después de haber visto el suceso, e incluso ver si este efecto podía ser magnificado mediante el empleo de preguntas dirigidas. Experta en memoria humana, conocida por el estudio de la maleabilidad de la memoria. Es pionera en el estudio de las falsas memorias. Desarrolló el paradigma de la información engañosa y se dedica a estudiar la creación y la naturaleza de los falsos recuerdos y la memoria de testigos. Además de trabajar en el laboratorio, se dedica al contexto legal aplicando su conocimiento como testigo experto en los tribunales.

Loftus también se ha dedicado a testificar en los juicios sobre la maleabilidad de la memoria y la naturaleza de la memoria de los testigos. Su presencia en los tribunales se produce después de publicar en 1974 un artículo demostrando la relación entre los descubrimientos científicos y la memoria de testigos, ya que la declaración de éstos últimos era una evidencia relevante. Participó en 250 casos, aunque le pidieron opinión en muchos más, por ejemplo en el caso del asesino en serie Ted Bundy, en el de O.J. Simpson, o en el caso de la guardería McMartin. Biblioteca de psicología

 

Las personas pueden ser inducidas a desarrollar recuerdos falsos de eventos que nunca sucedieron. Los recuerdos falsos se parecen mucho a los verdaderos: se los puede contar con confianza, detallar y expresar con emoción. Una conferencia de Elizabeth F. Loftus, Distinguida Profesora de Ecología Social y Profesora de Derecho y Ciencia Cognitiva en la Universidad de California.

Nuestra memoria no es una reproducción fiel de sucesos y aprendizajes pasados. En función de nuestras necesidades y apetencias presentes, y sin advertirlo, añadimos y restamos información al recuerdo. Este, que fue creado en algún momento anterior a partir de una experiencia vivida y nítida, intensamente sentida, sufre una sucesión de retoques sutiles a lo largo del tiempo, según es convocado a la experiencia consciente de cada presente